domingo, 24 de febrero de 2008

Un Nano para Toto

Toto es un chico, amigo mío, que no vive a más de tres cuadras de mi casa. Tiene 21 años de edad, y labora en un local de Hipermercados Metro. Su sueldo no es mayor de 1000 soles al mes, no cuenta con estudios profesionales, y vive solo en un departamento hecho de material noble ubicado en la misma zona residencial en la que yo vivo: Limatambo, San Borja.


Toto agrada mucho de ver las noticias televisivas a primera hora de la mañana antes de ir a trabajar. Su horario laboral es de 9am a 9pm de Lunes a Viernes, y los sábados, espero no equivocarme, es de 9am a 4pm. Agrada de jugar fútbol en sus ratos libres y de tratar de estar siempre con su enamorada (el nombre no me acuerdo, pero si sé que está buena u_u).


A Toto lo conozco por un grupo parroquial al cual asistíamos hace unos 2 o 3 años. Desde ese momento hemos entablado una relación de compañerismo. No obstante, lugo de dejar este grupo nos volvimos a encontrar en otro grupo parroquial, a quien ahora lo encuentro, normalmente, los sábados a las 7pm. A Toto siempre le gusta comentar lo que ve en las noticias; así que un día me comentó un tema que hasta la semana pasada no había suscitado algún interés en mí: la creación del Nano, el auto más barato del mundo.


Toto me comentaba que siempre ha querido comprarse un auto. Una vez me comentó que había logrado juntar una cantidad en dólares para comprar un carro de segunda mano, pero que por motivos externos tuvo que gastarlo en otro fin. No obstante, me confesó que probablemente no hubiera sido una compra muy satisfactoria; pues, su deseo es poseer un auto nuevo de última tecnología a bajo costo. Algo que él considera imposible para su condición económica.


Pero ese día Toto me comentaba sin parar sobre este Nano. Me comentaba que su precio está valorizado en unos 2, 500 dólares, me comentó que los materiales utilizados son de muy buena calidad, y que según algún noticieros es el carro más barato del mundo. Ilusionadamente me comentó que desearía que este carro llegara a Perú, pues así todas las personas que no pueden comprar un carro de última tecnología, que normalmente están valorizados a más de 10,000 dólares, tengan la posibilidad de acceder a este Nano.


Sus sueños eran más que obvios. Me comentaba como él desearía tener ese carro. Así, podría salir con su enamorada cada vez que desee sin la necesidad de preocuparse por el tiempo y el dinero gastado en taxis. Me comentaba que de esta manera podría sacar a pasear a sus padres que viven en San Juan de Lurigancho, y que ya no tendría que usar el transporte público que tanto aborrece.


Toda esta conversación, de la cual yo era ignorante del tema, me suscitó interés en averiguar sobre este carro, su creador, su costo, su repercusión y todo lo que conllevara saber de este carro.


El pasado 7 de Enero la empresa Tata presentó en Nueva Delhi al Nano, el auto más barato del mundo. Ratan Tata, presidente de este grupo, fue el que presentó los tres primeros módelos que saldrán al mercado en unos meses en la India. El Nano, o "el coche del pueblo", como lo ha denominado la crítica internacional tiene un valor de 2,500 dólares. El auto tiene un pequeño motor en la parte trasera de 33 caballos de fuerza y 624 centímetros cúbicos, pero no tiene aire acondicionado, ventanas eléctricas o dirección asistida en el modelo básico, aunque se fabricarán también dos versiones de lujo.


Ratan Tatan dice que este auto mejorará las condiciones de transporte de los casi 1,000 millones de habitantes de la India. Argumenta que de esta manera las estadísticas de accidente de tránsito a raíz del uso de vehículos de dos ruedas y de autos usados se reducirán en los próximos años. Es de suponer, tal como hoy coincidentemente comentaba Jorge Koechlin en el programa Oppenheimer presenta, que este carro fue pensado en los millones de personas que en la India y en el resto de los países de vía de desarrollo se movilizan en vehículos de dos ruedas y usados y que generan peligro viales. Además, aclaró, que Tatan también pensó en el "padre que va en su motocicleta con su esposa sentada en la parte de atrás cargando un bebé en brazos para ir de su trabajo a su casa todos los días; en una India cuyo tráfico es conocido como uno de los peores del mundo." Adicionalmente, aseguró que este carro cuenta con tecnología alemana y con materiales que aseguran la seguridad del carro.


No obstante, este creación del auto Nano ha generado muchas polémicas en casi todos los campos del mundo globalizado. Ambientalmente y económicamente se dice que este carro se convertirá en uno de los problemas más peligrosos del mundo, pues debido a su bajo costo será más accesible y así, nuestras ya congestionadas pistas y contaminadas ciudades se verán en un caos mayor al que se trata de controlar en este momento. Se toma en cuenta la situación actual del petróleo a nivel mundial, pues se considera que diseñar un carro de este tipo en un momento en el cual se tratar de reemplazar este gas fósil por otro recurso es generar una crisis enérgetica. Además, se añade la competencia capitalista que se generará; y el primer ejemplo de esto es ya la gran inversión de la empresa Ford valorizada en casi unos 50 mil millones de dólares para la creación de un prototipo que haga la competencia al Nano en la India.


Es gracioso pensar que la creación de un carro con un fín de mejorar la calidad de vida, ya que ese fue el propósito del grupo Tatan, genere tanta críticas. No obstante, salta una crítica muy fuerte como contrargumento a todas las antes mencionadas; y está basada en la siguiente pregunta: ¿Quiénes son todos estos miembros de organizaciones no gubernamentales, grupos defensores del medio ambiente y/o personas involucradas con el tema, para criticar el uso o el no uso de este auto? ¿Acaso ellos no cuentan con autos cuyo valor posiblemente sobrepasa los 10 000 dólares pues tienen esa accesibilidad para comprar uno? Tal como señala Oppenheimer, es una cuestión de ética; pues, sería, por un lado, injusto el no dejar que, en países como el nuestro, las personas de recursos bajos puedan acceder a este carro. Pero por el otro lado, queda esa cuestión del ambiente y las posibles consecuencias que este fenómeno puede generar.


¿Qué sucederá?¿Será acaso que en un país como el nuestro se abran mercados para este nuevo carro para reemplazar a nuestro ya defectuosos vehículos particulares, o los ya tan conocidos peligrosos ticos? y si abren los mercados, ¿se haría un estudio de polución y congestión vehicular como consecuencias de esta demanda de mercado? Posiblemente este auto represente una nueva era; y probablemente Ratan Tatan no se equivoque al decir que este auto representará una nueva era.


La verdad es que yo no creo que Toto me haga caso al explicarle todas estas críticas. Él solamente desea tener un carro, pues es parte de este proceso urbano de asenso social y de la posesión de objetos materiales como demarcación de un status socio-económico. Problamente nuestra clase media y baja tampoco pensaría en las posibles consecuencias de esto. Entonces la pregunta queda abierta: Si llegará este carro al Perú, ¿sería algo bueno o malo? Si querían hablar sobre ética, acá lo pueden hacer.