sábado, 12 de enero de 2008

Ponerlas a perrear es mi deporte favorito

No se asusten! Yo no practico muchos deportes y menos he intentando hacer eso; pero el nick de un pre-puberto de mi colegio que no debe tener más de 13 años dice eso y al preguntarle cual fue la "gran" causa de poner eso como expresión, me respondió que le encanta perrear hasta el suelo con todas las chicas ya que así se baila ahora. Me reí, me sorprendí, me interrogué mil veces y al final decidí escribir esto.
Bailar es una expresión bella del cuerpo humano. Muchos ritmos, estilos, métodos, etc, llenan y completan este mundo de expresión. Yo no me considero la mejor persona bailando. Soy torpe, descordinado, pero me divierto cuando estoy en cualquier fiesta. Normalmente agrado de bailar reggeaton y algo de salsa pues considero que son ritmos relativamente no muy complicados de seguir. Además, amigas como Stef (mi querida Stef de limón y mi única e inigualable happy) me ayudan y así no paso la verguenza. No obstante, en el caso de reggeaton no suelo hacer lo que muchos denominan perreo. Acepto que en ciertas ocaciones he bailada con una mujer volteada pero nunca ha ocurrido ese contacto físico, no comparto. Será porque desde niño me criaron con cierta moderación y respeto hacia los demás.
Sin embargo, es de conocimiento popular la forma considerada por muchos vulgar e inmoral del perreo, el baile; y otros que la consideran pasajera y perteneciente a una moda que se debe seguir. La verdad, cada loco con su tema, cada quien quiera como baile; pero que no jodan a este mundo. Ese chico de 13 años tal vez no tiene ninguna noción de porqué baila así. Dice que así debe ser y que es el "más flow" lo que lo hace bailar. Le pregunté si esa forma de bailar fue la que una vez vi y denominé personalmente "sexo con ropa", a lo que respondió afirmativamente mi pregunta.
No he venido acá a hablar de moral o vulgaridad, de populismo urbano o cualquier tema relacionado a controversias que podría generar esta discusión; sino a analizar como recibe nuestra juventud peruana esta nueva moda del perreo. Ese chico, como dije antes, tal vez no tiene alguna noción de lo que realmente es el reggeaton, de lo que profesa, solo sigue la corriente erótica que este género promueve. El sexo, deliberado en estos tiempos, atrae a muchos, cosa que no es mala, pero que ataca a desprevenidos. Si al problema de educación moral del Perú le agregamos un producto u objeto de socialización que promueva aun los ya demarcados problemas demográficos, pues, tenemos una crisis. Algunos aludirán que depende de cada uno lo que suceda. Si pues, es así, si tú eres conciente de lo que haces es así; pero alguien que no es conciente pues no sabe a lo que se aventura.
En fin, como dije, espero que esto suscite cierto criterio de análisis de lo que ocurre actualmente. No por nada sus queridas abuelitas se preocupan o cuestionan lo nuevo. Cuando a una vieja tradición o grupo humano con valores demarcados se le agrega un nuevo producto, pues el resultado es obvio: rechazo y aceptación.

Descríbeme en tres palabras...

Seguramente muchos hemos tenido esos momentos de ocio y relajo, es decir, nuestro vago interior (para entender mejor la filosofía del vago, hablar con Abel). En alguno de esos momentos decides entrar a nuestro querido y ya parte de nuestro sistema MSN, y te encuentras con personas de similar carácter circunstancial. Hoy, 12 de enero, me sucedió eso. Normalmente esas personas son Abel, Josué, Miguel, etc; pero esta vez, me tocó hablar con mi buen amigo Cesar, o Cesarín.
Las conversaciones con Cesarín soy muy amenas y ocasionales, atípicas e interesantes. Sexo, sociedad, fútbol, amistades, curiosidades, modernismo, tecnología, religión, filosofía, "computadoras" son los temas que tocamos. Sin embargo, hoy, "chateabamos" un tema no muy común pero a la vez muy particular para algunos. La descripción de las personas que nos rodean y nos deleitan con sus acciones.
Así, empezamos la discusión con la descripción de una chica de la cual él busca cierto interés. César o cesarín (como lo llamo yo) no es una persona común y corriente, pues el conocerlo te produce un misterio y una inquietud de quien realmente es Cesar Valdivia. No revelaré el nombre de la persona a quien busca interés pues podría condenar sus mañas al juicio público y yo posiblemente romper la confianza de la que he sido grato de obtener por parte de él. Mas diré que lo característico de esta conversación fue las descripciones de personas que nos rodean en particular. Calificativos y adjetivos de esas personas, pero con un límite, solo en tres palabras. Él me ponía el nombre de la persona y yo la describía. Descripciones duras, frívolas, realistas, utópicas, etc. Esa fue la conversación amena de Cesarín esta tarde de enero.
Aquí van alguna de las tantas descripciones que hicimos. No revelaré los nombres, pues corro el riesgo de ganarme problemas, mas seguramente se deducirán el clase de personas a las que me refiero.

  1. para la cama estarías más q bien...
    para conversar sobre la vida
    prefiero hacerlo con mi perra q "dice" cosas más interesantes

  2. si, tiene buen cuerpo del superficialismo

  3. su ocasional ingeniudad no es motivo de burla, sino de gracias y dicha

  4. vacía apetitiva superficial

  5. egocéntrica superficial discriminadora

  6. te gusta su culo cierto ?

  7. caliente amena superficial

  8. sincero malevolo y misterioso

Como se ve, casi gran parte de las descripciones fueron de mujeres que nos rodean. Algunos se sorprenderán de este lado escóndido de mi ser erótico que tengo. Pero así cuando se habla con Cesarín.

Por último, irónicamente, recalcando el último post de Abel, las mujeres nos joden casi las 24 horas del día. Jaja, pensar que se cumplió lo que dijo incluso en mis ratos de ocio, que casi siempre, son entrenidos.


viernes, 11 de enero de 2008

Juguetes

Este es el primer post que escribo. En realidad, este blog fue creado a finales de noviembre del 2007; pero, por ciertas razones nunca me atreví a escribir nada. Varias fueron las razones. Miedo a una mala redaccion, temor a las fuertes críticas (más conocidas como "comentarios") de las personas con experiencia en este campo social, temas triviales, y un temor propio hacia un rechazo expresivo. No obstante, mi madre y dos queridos amigos, Abel y Rafael, me incentivaron para escribir sin miedo a las consecuencias posteriores y así tratar de superar mis temores. Me vale recordar que lo último que me animó a hacerlo fue el "título" o nombre de este blog: "Escribir es describir la dignidad humana". De esta manera, inaguro este blog, que por cierto, irónicamente tengo una botella de champán a mi lado.

Juguetes. Casi la mayoría de las personas han tenido la ocasión de poder compartir momentos de su niñez e infancia con la grata compañía de juguetes. Desde los carritos a fricción hasta las últimas "Barbies" del mercado vemos que son varias las clases de juguetes con las que hemos marcado esas etapas de nuestras vidas. La razón por la que elegí este tema fue la actividad que realicé, o que empecé a realizar, el viernes 11 de enero del presente año. Me encuentro disfrutando mis vacaciones en la siempre bella, pero méndiga, ciudad blanca, Arequipa. Aquí radiqué los primeros once años de mi vida, por tanto, aquí obtuve mis primeros juguetes. Al mudarme el 2001 a la tan movida "rica" ciudad de Lima, solo llevé una parte de todos mis juguetes; ya que, tenía la esperanza de volver a vivir en la blanca ciudad (algo que no sucedió pues nuevos sentimientos y metas van ocupando el lugar de las viejas). De esta manera, este verano me propuse a llevar mis antiguos objetos de aventuras infantiles a mi hogar en Lima. Es así, que con la ayuda de mis abuelos, primas, tías y mi madre empezamos a buscar en los viejos baúles y cajones mis antiguos juguetes. Y tras una gran cantidad de polvo y la asfixiante cantidad de insecticidas, logré mi objetivo.

Una vez que hallé mis viejos tesoros, empecé mi gran labor de búsqueda y rescate de lo servible y no servible. La dicha que me invadió el pasado once de enero seguramente muchos la han podido tener. Encontré mis viejos peluches, como el Señor Osito Panda; mis aún resistentes carros a control remoto, como mi primer auto remoto TYCO; mi equipo de los X-Men que mi tia me trajo de los Estados Unidos; mi juego Lego del Barco Español; varios carritos (como les llama mi madre); muñecos de series conocidas, como mi Seya de los Caballeros del Zodiáco; y por último dos juguetes que realmente me han cautivado todo el día: mi primer trencito "a pilas" y mi pista de carreras, cuyos nombres aún no recuerdo.

Cada caja que destapaba o cada bolsa que abría conllevaba recuerdos a mi mente, recuerdos vanos posiblemente en algunos casos. Estos recuerdos estimulaban mi sonrisa, derramaban mis lágrimas, reflexionaban a mi mente. Así pasé las primeras horas de la mañana. El momento más especial de todo el día fue el que empezó a las 3pm y duró hasta las 11pm. Al encontrar mi primer trencito y mi primera pista de carreras tuve el infantil y fabuloso deseo de abrirlos y empezar a jugar con ellos, como en aquellos tiempos en el cual vivía bajo el techo del sudor de mis abuelos y la fraternidad de una familia humilde. Sin embargo, en mi desesperación, me olvidé de comprar las baterías, limpiar un poco los rieles, las pistas, los carros. Así, le pedi a mi madre la "guita" para comprar las baterías, a lo cual ella respondió: "el papá debe tener". Mi abuelo... Mi abuelo no es de profesión ni pensamiento, es un hombre hecho por la vida dura. Mi abuelo, o mi papá Avelino. Mis abuelos vienen de familias humildes, provincianas, épocas marcadas por la crisis de un país sumergido en la pobreza, en la crisis social. Tuvieron que dejar uno de los derechos que muchos de nosotros gozamos, la educación; y así empezar a trabajar, ya sea en el campo, en el hogar; ya sea limpiando o trapeando. Mis raíces son esas. La Arequipa profunda, la Arequipa dolida, la Arequipa bella.

Mi abuelo nunca tuvo la infancia que yo tuve. Hijo de un madre ruda y estricta y de la crianza de un padrasto paternalista y exigente. El caminar por los campos desde niño pasteando animales con solo una pequeña bolsa de mote y tostado para comer al día, se refleja en la expresión de sus ojos cansados y pesados, pero que a la vez muestran un fervor de "haber hecho las cosas bien". Luego, tal como me contó mi abuelo, llegó a la ciudad urbana creciente de los años 70 de Arequipa. Empezó limpiando en casas hasta que llegó a La Comercial. La Comercial es recordada por muchos de los antiguos arequipeños, como el primer lugar donde llegó la tecnología. Propiedad de los representantes de la empresa Philips en el Perú, es aquí donde mi abuelo empezó su labor. Empezó limpiando como todo recién andino llegado de arriba, de la sierra arequipeña; mas su curiosidad lo llevó a buscar una superación. Así, empezó a observar a los técnicos que la empresa. Aprendió a como soldar, evaluar el desempeño de los artefactos, a arreglar los artefactos. Es así como logró ascender a un oficio mejor.

Toda la experiencia de lo anterior narrado conlleva a pensar practicamente que mi abuelo es un experto en artefactos eléctricos. Es por eso que la respuesta directa de mi madre fue la de preguntar a mi abuelo. Así, con mi abuelo y mi madre nos dedicamos a revisar cada pieza de los dos juguetes con los que tanto anhelaba volver a jugar. Midiendo las cargas de las conexiones, revisando los rieles, las pistas, etc. Así, pasamos la tarde. Pero lo especial fue ver a un viejo, un padre, un abuelo, cariñoso pese a su crianza, dedicado a ver la sonrisa de sus seres queridos en un objeto material. Una dedicación a encontrar una solución, pese, a sus problemas de "parkinson" (disculpen si no es la forma correcta de escribir la palabra) y su ya degastada vista. En ese momento, tal vez, sentí más cerca al hombre que puedo llamar padre, pues, nunca conocí al mío.

Fue una tarde y noche inolvidable. Probando diferentes juguetes para verificar su estado, compartiendo memorias con el viejo y mi madre, riéndonos de las travesuras que hacía mi perra al tratar de perseguir a un robot ruidoso y armonioso, y tratar de encontrar las mismas alegrías vividas en mis recuerdos. Mas, lo que más me impacto fue la petición del viejo: "hijito, por favor, dejale unos juguetes a tu hermanito Rafaelito". Rafael, mi primo, hijo de una de mis tías. Una madre, como la considero, que ha sufrido mucho. Que el destino, la suerte, la dicha, lo que sea, la colocaron en una situación difícil. Sin trabajo, con un hijo y un marido, del cual prefiero no opinar. No obstante, siempre mi familia ha mostrado la unión y cariño incondicional a cada problema que tenga cada individuo del grupo. Así, los hermanos, sobrinos, y padres ayudamos a esta mujer y a este pequeño pedazo del cielo, Rafaelito. De esta manera, el viejo me pidió darle juguetes. Es así que seguí el deseo del viejo y busqué de entre los mejores juguetes tres en especial, de los cuales uno de ellos es el trencito. Tal vez el viejo no mostró ninguna sonrisa, ni se vio alguna lágrima por su mejilla, pero el verlo sentado observando la noche y las estrellas me hacen pensar que su felicidad es la dicha de saber que "ha hecho las cosas bien".

Así, acabo este mi primer post. Tal vez, no he dejado cual era el fin de este escrito; pues, la verdad, como diría un amigo, no sé para que lo hice. Solo escribí, tal como dijo Nuria, lo que sentía dentro de mí.